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Reportaje original en idioma Inglés.
Ley Revolucionaria permitiría a las personas a identificar su género como «masculino» o «femenino»
Ecuador está a punto de aprobar una ley revolucionaria que permita a las personas identificar su género con los adjetivos «masculinos» o «femeninos» como una alternativa a las denominaciones tradicionales de sexo «Hombre» o «Mujer».
Eso puede no sonar como una distinción significativa para aquellos que encajan perfectamente en el mundo binario de chico / chica, pero para algunas personas de la comunidad transgénero la capacidad de auto-identificarse con un adjetivo en lugar de un sustantivo es una victoria que va más allá de las partes de expresión.
«En mi caso, yo no quiero ser reconocida como una mujer porque no soy una mujer … Soy transexual», dice Diane Rodríguez, presidente de la Federación del Ecuador de Organizaciones LGBT.
Rodríguez dice que a pesar de que su sexo fue designado como varón en su certificado de nacimiento, la nueva ley le daría el derecho a proclamar su verdadera identidad de género como femenina en su cédula de identidad. «Y eso me reivindica como mujer trans, porque soy mujer trans.»
El tema de «sexo» frente a «género» no es sólo semántica, Rodríguez insiste. Se trata de la identidad. Sexo, dice, se trata de las características biológicas que se nace o asignado al nacer. El género es acerca de su comportamiento social y la identidad. En pocas palabras, dice Rodríguez, el sexo es privada y el género es público.
«El género es lo que la gente ve y el sexo es lo que tienes entre las piernas.»
– Diane Rodríguez
La ley de Ecuador sería la primera en el mundo que hace esa distinción. Los ciudadanos que quieran seguir con la denominación tradicional de «sexo» de hombre o mujer pueden hacerlo. Pero aquellos que prefieren identificar su género masculino o femenino, puede hacerlo en su lugar. Una vez que se apruebe la ley, dice Rodríguez, las organizaciones LGBT de Ecuador pondrán en marcha una campaña para convencer a todas las personas de mente abierta para optar por el campo de género en su identificación del estado como una muestra de solidaridad, es decir el género universal.
«Incluso mi mamá va a hacerlo», dijo Rodríguez.
Al permitir que las personas se auto-identifiquen en su género, Ecuador se unirá a un pequeño grupo de naciones que están a la vanguardia de una nueva revolución sexual. En las Américas, sólo Colombia, Argentina y la ciudad de Nueva York permiten a las personas a la libre identificar su sexo sin una nota del médico o prueba de tratamiento quirúrgico. Dinamarca, Italia, Irlanda y Malta son los otros países con dejar que la gente define su propio sexo. Nepal, India, Australia y Nueva Zelanda proporcionan una opción de tercer género en las cédulas, pero no permiten la libre determinación sin pruebas médicas.
América del Sur, sin embargo, es la única región que muestra una verdadera oleada en la dirección de la autodeterminación.
Sasha Buchert, un abogado con el Centro de Leyes Transgénero en San Francisco, es oriundo y manifiesta la ley del Ecuador como «innovador y digno de elogio.» Cambiando las cédulas de identificación del sexo con el género es importante porque «sexo» a menudo se ha utilizado como una forma de privar de derechos a las personas transgénero y negarles a ellos la propiedad de sus verdaderas identidades, dice ella.
La ley de Ecuador, Buchert dice, sería un paso hacia la profunda «comprensión de la complejidad de la identidad sexual de una manera mucho más matizada» y permitir que la gente «viva su vida fiel y auténtica realidad con una cédula que refleja lo que son.»
«Esto demuestra una vez más cómo América del Sur, al menos con la cuestión de la libre determinación, está liderando el camino a seguir», dijo.
Buchert espera que los defensores de los derechos en América del Sur utilicen su poder social, para impulsar opciones de terceros género también. «¿Por qué no ambos? Autodeterminación y tercero en el género que deseen marcarse no binariamente «.
Pero incluso sin una designación del tercer género, el uso del Ecuador de los adjetivos masculinos y femeninos «connota un espectro que algunas personas se sienten más cómodos con ello» dice Michael Silverman, director ejecutivo del Fondo de Defensa Legal y Educación Transgénero.
Mientras que algunas personas transgénero se sienten cómodos al identificarse como hombre o mujer, los espectros de lo masculino y lo femenino proporcionan una opción más amplia para la identificación de género, dice.
Y cualquier cosa que ayude a las personas a auto-identificarse de forma precisa es una buena ley, dice Silverman. «Sin una cédula que los identifique, es difícil para la gente Trans participar plenamente en la sociedad, ya que eso significa no encontrar empleo, negarles el acceso a las prestaciones y servicios, como la asistencia sanitaria, o la búsqueda de la vivienda.»
La nueva ley de Ecuador no va a resolver todos los problemas de discriminación, pero sería un paso importante en la dirección correcta.
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Revolutionary law would allow people to identify their gender as ‘masculine’ or ‘feminine’
Ecuador is on the verge of passing a revolutionary law that would allow people to identify their gender with the adjectives “masculine” or “feminine” as an alternative to the traditional sex designations of “male” or “female.”
That may not sound like a meaningful distinction to those who fit neatly into the binary world of boy/girl, but for some people in the transgender community the ability to self-identify with an adjective rather than a noun is a victory that goes beyond parts of speech.
“In my case I don’t want to be recognized as a woman because I’m not a woman…I’m transsexual,” says Diane Rodríguez, president of the Ecuador’s Federation of LGBT Organizations.
The issue of “sex” versus “gender” is not just semantics, Rodríguez insists. It’s about identity. Sex, she says, is about the biological characteristics you are born with or assigned at birth. Gender is about your social behavior and identity. Simply put, Rodríguez says, sex is private and gender is public.
Ecuador’s law would be the first in the world to make that distinction. Citizens who want to stick with the traditional “sex” designation of male or female can do so. But those who’d rather identify their gender as masculine or feminine, can do that instead. Once the law is passed, Rodríguez says, Ecuador’s LGBT organizations will launch a campaign to convince all open-minded people to opt for the gender field on their state ID as a show of solidarity.
“Even my mom is going to do it,” Rodríguez said.
LGBT activists call for right to self-determine gender.
By letting people self-identify their gender, Ecuador will join a small group of nations that are on the leading edge of a new sexual revolution. In the Americas, only Colombia, Argentina and New York City allow people to self-identify their sex without a doctor’s note or proof of surgical treatment. Denmark, Italy, Ireland and Malta are the other countries that are hip with letting people define their own gender. Nepal, India, Australia and New Zealand provide a third-gender option on state IDs, but don’t allow self-determination without medical proof.
Sasha Buchert, a lawyer with the Transgender Law Center in San Francisco, hails Ecuador’s bill as “groundbreaking and praiseworthy.”Shifting ID cards from sex to gender is important because “sex” has often been used as a way to disenfranchise transgender people and deny them ownership of their true identities, she says.
Ecuador’s law, Buchert says, would be a profound step towards “understanding the complexity of sexual identity in a much more nuanced way” and allowing people to “live their life faithfully and authentically with an ID that reflects who they are.”
“It shows again how South America, at least with the issue of self-determination, is leading the way forward,” she said.
But even without a third-gender designation, Ecuador’s use of the adjectives masculine and feminine “connotes a spectrum that some people are more comfortable with,” says Michael Silverman, executive director of the Transgender Legal Defense & Education Fund.
While some transgender people are perfectly comfortable identifying as male or female, the spectrums of masculine and feminine provide a broader option for gender identification, he says.
And anything that helps people self-identify in an accurate way is a good thing, Silverman says. “Without accurate ID it is difficult for people to participate fully in society, whether that means finding jobs, accessing benefits and services like healthcare, or finding housing.”
Ecuador’s new law wouldn’t solve all those problems of discrimination, but it would be an important step in the right direction.